lunes, 22 de agosto de 2016

“EL REY DE LA SELVA”

HOLA APRECIADOS AMIGOS:

Observando el comportamiento de nuestra gente común en las calles y en cualquiera de nuestros lugares, he notado una conducta repetida en muchas de las personas de nuestra población y ello me hizo concebir la idea de que quienes ostentan esta notorio forma de ser, reúnen las características de un tipo de persona que bien podría llevar cruzado en el pecho una vistosa banda con el título de “EL REY DE LA SELVA.”

El Rey de la Selva ha de ser pues aquel individuo que viviendo en una sociedad regida por leyes y normas jurídicas sociales y éticas, actúa olímpicamente de espaldas a éstas en todas las circunstancias de su vida.

El rey de la selva no tiene buenos modales. No pide permiso; no respeta los símbolos patrios; no guarda silencio en los lugares y momentos solemnes; no camina entre la gente sino que empuja a los demás; no pide disculpas; no se dirige a los demás con cortesía; no respeta los turnos en las filas; no cede el paso bajo ninguna circunstancia; no saluda cuando se presenta a los lugares; no da las gracias cuando recibe algún favor o servicio; conduce temerariamente y no respeta las señales de tránsito; no es colaborador; no conoce la cordialidad; tira basura a las calles; fastidia a los vecinos con música ruidosa a toda hora; su lenguaje es una jerga insolente; grita y vocifera; no dialoga sino que monta un monólogo; no sostiene un dialogo, no escucha sino que interrumpe tenazmente a quien intenta conversar con él; no trata con respeto a las personas mayores de edad o envejecientes; no corteja las mujeres sino les lanza improperios o les hace insinuaciones irrespetuosas; no cierra la puerta sino que la tira, entre otros incontables malos hábitos.

El Rey de la Selva genera una ambiente contaminado y fétido, asfixiante. El rey de la selva es enemigo de la sana convivencia pues su conducta corroe los eslabones de las cadenas que unen las mejores relaciones humanas, atenta contra la paz ciudadana; es un generador de miseria humana.

El Rey de la Selva es cualquiera, en nuestro medio tenemos montones de Reyes de la Selva. Ah, pero también tenemos Reinas de la Selva y con atributos similares. Desafortunadamente el Rey de la Selva tiene súbditos y cortesanos. ¡Es una lástima en pleno siglo XXI!

¿Quiénes son los súbditos y los cortesanos del Rey de la Selva? Quienes han dado la espalda a la obligación de velar por la educación y la formación humana y en valores de la sociedad dominicana, son los cortesanos, ellos son los nobles patrocinadores de estos reinados. Los súbditos somos todos los que miramos indiferentes y bendecimos el accionar de estos seres primitivos aparentemente sobrevivientes de época del hombre de las cavernas.

Mis respetos a quienes renunciaron a ser el Rey o la Reina de la Selva a quienes nunca lo fueron y a quienes nunca lo serán y entendieron que es mejor ser personas civilizadas, buenos ciudadanos. A ellos, que agradecerá el mundo entero haber predicado y predicar con el buen ejemplo.

Ruego humildemente a quienes lean esta reflexión, poner todo su empeño en la correcta formación de sus hijos y de quienes están llamados a seguir su ejemplo, para que cada vez tengamos menos pequeños tiranos, cada vez menos Reyes de la Selva y si mi ruego no es escuchado, les garantizo apreciados conciudadanos, que tendremos por los siglos de los siglos nuestra flamante familia real. El Rey y la Reyna de la Selva.

Su fiel amigo, Juan Tomás Mercedes Payano.

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